Creo que una buena cantidad de personas de nuestra sociedad pertenecen o se ha convertido desde hace ya bastante tiempo en un Vampiro del siglo XXI o mejor conocidos como Vampiros Laborales, cada día se suman a la lista, no solo en nuestro país, sino también se conocen casos a nivel mundial de este estilo de vida.
Esas agradables jornadas creadas por nuestros emprendedores empleadores para mantenernos las 24 horas en el trabajo, el motivo, tal vez, alejarnos de la familia y por supuesto mantenernos sin bronceado, porque el cambio de jornada jamás significará compensación, por el contrario, acarrean un desgaste considerable de la salud del vampiro, sin considerar los problemas que estas rutinas causarán en el entorno familiar de estos.
Los vampiros laborales salimos a las siete de la mañana con gafas como si hubiera un esplendoroso sol. Apenas ingresamos a un espacio con un nivel de luz diferente nos ponemos sensibles y comenzamos a achicar los ojos, evitando así el ingreso mínimo de luz a nuestras retinas, delicadas y acostumbradas yá a solo la luz artificial. Tanto que envidiamos a Blade, ese mítico personaje creado por Marvel.
Los vampiros laborales solo vemos la luz del día un par de veces por semana. Cuando esto sucede andamos con los ojos encogidos como miopes, aunque no los seamos de verdad. Cuando tenemos oportunidad de un día normal, se puede ver la mayor concentración de vampiros laborales en lugares públicos como centros de pagos, registro civil o lisa y llanamente haciendo gimnacia bancaria, renovación de carnets varios... o peor aún llenando el carrito en el supermercado.
Otra característica que identifica a los vampiros laborales es el tono de la piel. Grisáceo/blancuzca con ojeras negras, o sea, una versión en negativo de un oso panda. Pero no tan entrañable y tan dulce. Los rayos ultravioleta son una buena solución para algunos/as, excepto para los que son alérgicos incluso a estos; pero de nada sirven para disimular las perfectas ojeras. Esto nos da cierto aire de viciosos o llámese malitos para el carrete, a las personas que no nos conocen, que te ven llegar día tras dia a tu casa tipin siete y media ocho de la mañana, vestido para la ocación y si te los encuentras cara a cara se darán cuenta o mas bien dicho asimilarán, por la carita que traes, que de un buen lugar no vienes.
Los vampiros laborales tenemos un regimen alimenticio un tanto curioso. Comemos como las personas normales dos dias a la semana... creo. El resto de los días desayunamos pasadas las dos de la tarde, comemos a las nueve de la noche y cenamos como podemos y los que pueden y tienen los veinte minutos de descanso estipulado. Así como va avanzando la semana dormimos más horas por el cansancio lógico, con lo cual la hora del desayuno se atrasa una o dos horas, a la hora de la cena no tienes hambre, a la hora del descanso te comerias a Dios por los pies y a la hora del desayuno tu cuerpo pide a gritos tu cama y no para usarla de la mejor manera. Caes como una plancha, intentando conseguir la mayor oscuridad posible y rogando al altísimo que no se produzcan eventos que interrumpan tu tan añorado descanso.
Esas agradables jornadas creadas por nuestros emprendedores empleadores para mantenernos las 24 horas en el trabajo, el motivo, tal vez, alejarnos de la familia y por supuesto mantenernos sin bronceado, porque el cambio de jornada jamás significará compensación, por el contrario, acarrean un desgaste considerable de la salud del vampiro, sin considerar los problemas que estas rutinas causarán en el entorno familiar de estos.
Los vampiros laborales salimos a las siete de la mañana con gafas como si hubiera un esplendoroso sol. Apenas ingresamos a un espacio con un nivel de luz diferente nos ponemos sensibles y comenzamos a achicar los ojos, evitando así el ingreso mínimo de luz a nuestras retinas, delicadas y acostumbradas yá a solo la luz artificial. Tanto que envidiamos a Blade, ese mítico personaje creado por Marvel.
Los vampiros laborales solo vemos la luz del día un par de veces por semana. Cuando esto sucede andamos con los ojos encogidos como miopes, aunque no los seamos de verdad. Cuando tenemos oportunidad de un día normal, se puede ver la mayor concentración de vampiros laborales en lugares públicos como centros de pagos, registro civil o lisa y llanamente haciendo gimnacia bancaria, renovación de carnets varios... o peor aún llenando el carrito en el supermercado.
Otra característica que identifica a los vampiros laborales es el tono de la piel. Grisáceo/blancuzca con ojeras negras, o sea, una versión en negativo de un oso panda. Pero no tan entrañable y tan dulce. Los rayos ultravioleta son una buena solución para algunos/as, excepto para los que son alérgicos incluso a estos; pero de nada sirven para disimular las perfectas ojeras. Esto nos da cierto aire de viciosos o llámese malitos para el carrete, a las personas que no nos conocen, que te ven llegar día tras dia a tu casa tipin siete y media ocho de la mañana, vestido para la ocación y si te los encuentras cara a cara se darán cuenta o mas bien dicho asimilarán, por la carita que traes, que de un buen lugar no vienes.
Los vampiros laborales tenemos un regimen alimenticio un tanto curioso. Comemos como las personas normales dos dias a la semana... creo. El resto de los días desayunamos pasadas las dos de la tarde, comemos a las nueve de la noche y cenamos como podemos y los que pueden y tienen los veinte minutos de descanso estipulado. Así como va avanzando la semana dormimos más horas por el cansancio lógico, con lo cual la hora del desayuno se atrasa una o dos horas, a la hora de la cena no tienes hambre, a la hora del descanso te comerias a Dios por los pies y a la hora del desayuno tu cuerpo pide a gritos tu cama y no para usarla de la mejor manera. Caes como una plancha, intentando conseguir la mayor oscuridad posible y rogando al altísimo que no se produzcan eventos que interrumpan tu tan añorado descanso.
3 comentarios:
SABES HOLY-SALYER mE HE CONVERTIDO EN UNO DE ESOS VAMPIROS, KMO TU KE TRABAJAS FRENTE A UN PC.
ESO DEL BRONCEADO ..... MUY SIERTO,.. YA LO ESTOY PERDIENDO, POR KE KASI YA NO VEO LA LUZ DEL SOL, YEGO A TRABAJAR ANTES DEL AMANECER Y SALGO DESPUES DE LA PUESTA DE SOL.
LO OTRO TENGO KE ANDAR DE TRAJE, KOMO SI ME FUERAN A SEPULTAR PERO ESTANDO VIVO.
DIFICIL SITUACION LA KE VIVIMOS PERSONAS COMO TU O YO.
MI FAMILIA .....MMMMMMM..... AL PARECER KREO KE TIENEN UNA FOTO PARA PODERME RECORDAR, POR KE KASI NO LA VEO.
AAAAAA... EL KARRETE ... UFFFF...TERRRRRIBLE YA ES ALGO NATURAL, ALGO KE TENGO EN MI SER, DESPUES DE EMPEZAR A LABURAR, (ANTES KON UN POKO MENOS FRECUENCIA), PERO TE AKOSTUMBRAS A ESA VICIOSA FORMA DE VIDA.
YO KREIA KE YA NO EXISTIAN LOS VAMPIROS PERO TU EXPLIKACIO.... NADA KE DECIR... YA SOY UNO DEL KLAN. AAAAA, ME AKORDE, "BLADE" IMPACTANTE, ME HUBIESE GUSTADO HABER NACIDO KOMO EL.
AL FINAL SOLO KEDARA UNO.... PERO ASI KOMO VOY NO SERE YO.
PABLO NARVAEZ, PUERTO MONTT, CHILE
Yo salí de ese obscuro submundo, hoy he conocido lo que es realmente la vida, renuncié a mi pega de 20 años y me fui a vivir a un pais desarrollado, aca no existen esos extraños seres.
Aca juego con mis hijos, estudio, trabajo y todo hasta las 16:00.
ESTO ES VIDA, RECIEN A LOS 40 CONOCI LO QUE ES REALMENTE VIVIR.
David, tu sabes quien soy.
La verdad, no se quien eres, pero si quieres hacerlo saber "no problem" de seguro que te conozco si tu lo dices... en las propiedades del perfil hay una direccion de correo.
Saludos David A.
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