Un paseo por los alrededores del Castel Sant´Angelo, nos servirá para admirar su estado actual, y ver en lo alto a un ángel de bronce que esta esgrimiendo una espada, su inquietante mirada parece contemplarnos enigmáticamente desde arriba.
¿Pero que significado tiene esta figura? Pues bien, en el año 590 y bajo el Pontificado de Gregorio Magno, Papa famoso por haber instituido el Canto Gregoriano, y por haber confirmado la "Autoridad Civil del Papa" iniciando lo que se vino a llamar después "El Poder Temporal", se dio en Roma una fatídica circunstancia: La ciudad se vió asolada por una terrible epidemia de Peste.
Un día el Papa que presidía una procesión penitencial hasta lo que es hoy el enclave del Castel de Sant´Angelo (que era la antigua tumba del Emperador Adriano), tuvo una visión de un ángel sobrevolando el lugar con la espada desenvainada.
El Papa interpretó la visión como la respuesta de Dios a las súplicas y rápidamente declaró que la epidemia había terminado. Y desde el día siguiente ya no hubo más contagios y se dice que posteriormente el papa mandó colocar en el lugar un ángel de bronce con la espada en su mano.
También existen otros datos que ubican la colocación de este ángel mucho tiempo después, concretamente en el Siglo XVIII. Lo que sí es cierto es que la inquietante imagen del ángel nos recuerda primero la peste que asoló Roma, y el fin de las desgracias, con la visión del Santo Pontífice.
¿Pero que significado tiene esta figura? Pues bien, en el año 590 y bajo el Pontificado de Gregorio Magno, Papa famoso por haber instituido el Canto Gregoriano, y por haber confirmado la "Autoridad Civil del Papa" iniciando lo que se vino a llamar después "El Poder Temporal", se dio en Roma una fatídica circunstancia: La ciudad se vió asolada por una terrible epidemia de Peste.
Un día el Papa que presidía una procesión penitencial hasta lo que es hoy el enclave del Castel de Sant´Angelo (que era la antigua tumba del Emperador Adriano), tuvo una visión de un ángel sobrevolando el lugar con la espada desenvainada.
El Papa interpretó la visión como la respuesta de Dios a las súplicas y rápidamente declaró que la epidemia había terminado. Y desde el día siguiente ya no hubo más contagios y se dice que posteriormente el papa mandó colocar en el lugar un ángel de bronce con la espada en su mano.
También existen otros datos que ubican la colocación de este ángel mucho tiempo después, concretamente en el Siglo XVIII. Lo que sí es cierto es que la inquietante imagen del ángel nos recuerda primero la peste que asoló Roma, y el fin de las desgracias, con la visión del Santo Pontífice.
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